A todos nos pasó alguna vez, cuando recién nos titulamos, tener la sensación de estar con toda la motivación por comenzar nuestra vida laboral, aplicar POR FIN todos los conocimientos adquiridos en la carrera, pero toparnos con el requisito de la “experiencia previa” al postular a un trabajo.

De hecho, de acuerdo con datos recopilados en 2021, el 45.6% de quienes recién se gradúan de

universidades públicas y privadas enfrentan dificultades para encontrar su primer trabajo,

justamente por esto.

Pero no por eso hay que desmoralizarse, sino que es importante tener en cuenta los siguientes

consejos.

-Optimiza tu CV: al no contar con experiencia laboral, es una buena opción, destacar tu

desempeño académico, así como las actividades extracurriculares realizadas durante tus años de estudiante. Es positivo compartir tus objetivos personales y profesionales y, sobre todo, alinearlos con los intereses de la empresa a la que postulas.

–Estudiar el mercado laboral: Es importante contar con buenas recomendaciones, y tener muy claro hacia dónde enfocar mis esfuerzos pensando en qué puestos y sectores del mercado están con más demanda.

–Considerar aquellas propuestas que son adecuadas a tu perfil/formación: muchas veces sucede que por el deseo de empezar a trabajar, se consideran “indiscriminadamente” distintas opciones que no se relacionan necesariamente con lo que uno busca. El problema de esto, es que sumado a que lo más probable es que dicha postulación sea rechazada, dichas respuestas negativas, comienzan a generar frustración en quien postula, generando la sensación de “desesperación”. De todas maneras, es importante ser flexible, ya que si bien es importante apuntar a aquellos trabajos que se ajustan al perfil de uno, es importante también estar abierto a nuevas oportunidades laborales aunque no se ajusten cien por ciento, en principio, a lo que se busca.

–Poner foco en la actitud: al no contar con experiencia laboral, la actitud que se muestra en el

proceso de selección, es fundamental. Por esto, es importante prepararse y reflexionar acerca de uno mismo, para poder presentarse con seguridad y firmeza. Además, es sabido que hoy las

preguntas relacionadas a eventos o situaciones específicas (entrevista por competencias) es lo

más utilizado, por lo que se sugiere pensar y revisar momentos pasados en relación a logros,

errores, conflictos con otros, etc. De ese modo, se tenderá a responder con mayor precisión y

seguridad.

–Ser perseverante: Puede ser tal vez un poco obvio, pero ser perseverante es una clave muy

importante en este proceso. Ser pacientes y no agobiarse ante el hecho de no conseguir trabajo tan rápido como uno quiere, es fundamental. Al contrario, la ansiedad puede jugar en contra, ya que incluso muchas veces ésta se traspasa en la entrevista y quien evalúa puede hacerse una idea errada del postulante.

–Seguir aprendiendo: es importante asignar un espacio para seguir preparándose y

especializándote en lo que más te interese o las tendencias que veas en las vacantes, ya sea por medio de cursos presenciales, en línea, webinars, talleres o a través de la lectura. En definitiva,

siempre el conocimiento será un valor agregado que te hará destacar frente a la competencia. La constante actualización es clave para conseguir un empleo bien remunerado en cualquier área.

Aprovecha tus contactos: no pierdas los contactos que hiciste en tus prácticas profesionales ni

tampoco con tus compañeros de carrera, profesores o mentores, para hacerles saber que estás

abierto a oportunidades laborales. Es decir, contar a los demás que estás buscando trabajo puede ser una buena manera de encontrar empleo e iniciarte en el mundo laboral. Familiares, amigos o conocidos pueden tener una vacante o conocer algún puesto.