En estos años de experiencia trabajando con personas, no nos deja de sorprender la variedad que existe en cuanto al énfasis que cada uno otorga a distintos aspectos cuando considera buscar un trabajo. Es innegable que los drivers de las personas están sujetos a innumerables factores, como el contexto social, económico, la formación académica, experiencias laborales previas, etc. Si bien son muy variadas y complejas, tampoco podemos negar la tendencia que hemos ido notando estos últimos años con el ingreso de la Generación Z al mundo laboral, ya que vemos que van surgiendo motivaciones distintas, que antes no veíamos con tanta claridad.
En años anteriores, predominaban como drivers la estabilidad, el dinero e incluso tal vez el status o el éxito. Pero, ¿qué pasa con estas nuevas generaciones que recién están ingresando al mundo laboral? En definitiva, lo que queremos compartir e intentar responder en estas líneas es ¿qué hace que las nuevas generaciones elijan un trabajo, permanezcan en él y se sientan comprometidos con la empresa que los contrata?
Partamos primero definiendo quiénes son parte de la Generación Z. Son aquellas personas nacidas entre los años 1994 y 2012 (menores de 29 años). Cecily Batten, de Selecta.com, plantea que “se estima que para el 2025, el 27% de la fuerza laboral mundial será la Generación Z, por lo que es importante dimensionar la relevancia que tiene entender y generar cambios tanto en las empresas que requieren contratar, como en aquellas, como nosotros, que trabajamos buscando talentos”.
Según nuestra experiencia, cuando levantamos en las entrevistas, motivación en los candidatos de dicho rango etario, algunos de los conceptos que más escuchamos son: medición por objetivos más que por horarios, equilibrio entre la vida personal y laboral, posibilidad de innovar, compartir valores con la empresa (apertura, flexibilidad), agilidad en la implementación de cambios, cultura y propósito de la empresa, entre otras.
Y en la misma línea, Maximiliano Giacri de ambito.com señala que “en los jóvenes han ido apareciendo nuevas predilecciones al momento de encarar una carrera profesional, que se traduce en la necesidad constante de estímulos, la búsqueda de empatía hacia la compañía a la que pertenecen, en compartir cierta visión de negocios o concordar con los valores de la organización a la que pertenecen, y una necesidad de motivación constante por parte de los líderes que los anime a superarse cada día”.
Asimismo, como se plantea en koncerta.com, la idea de “carrera profesional” ha ido mutando en el tiempo, por lo que las adversidades y las incertidumbres han dado lugar a que los jóvenes formen una generación pragmática y flexible.
Más concretamente, como primera posible respuesta, podemos detectar que los más jóvenes buscan trabajar en un lugar que dé espacio a la equidad y la inclusión. Como señalan en koncerta.com, esta generación es la más consciente de los cambios sociales que cualquier otra generación. Por lo que las demandas sociales, las reivindicaciones de las disidencias y las minorías, las identidades de género, entre otras, afectan transversalmente los espacios de trabajo. Cecily Batten, de Selecta.com señala que “lo que más destaca de esta generación es lo mucho que les importan las cosas. Al igual que los Millennials, la Generación Z ha demostrado que les apasionan los temas sociales y la plena igualdad.”. De este modo se puede ver que presionan constantemente para conseguir una mayor igualdad de oportunidades. Tomar decisiones para ser un lugar de trabajo inclusivo y diverso que garantice que estás haciendo todo lo posible para impulsar la igualdad.
Por otra parte, hemos podido observar que la flexibilidad predomina en el discurso cuando intentamos entender qué motiva a los más jóvenes. No sólo aparece la flexibilidad en cuanto a horarios o lugar físico de trabajo, sino que en términos de las posibilidades que tenga el rol ofrecido, las posibilidades de aprendizaje, de intercambio de conocimientos con distintas jerarquías dentro de la Organización, dando la impresión de que el trabajo pasa a ser una experiencia “más global” a la que era antes. En otras palabras, resuena que en dicha generación el trabajo pasa a cubrir un espectro más amplio de la vida, surgiendo elementos ligados al bienestar, la emocionalidad, pertenencia, y en definitiva, a un sentido más allá de lo práctico o funcional que puede conllevar un trabajo en la vida de una persona. Relacionado a lo anterior, Maximiliano Giacri de Ámbito.com propone que “esta generación nos enseña que es posible trabajar con nuevas reglas como la flexibilización horaria, el home office, y el trabajo remoto. Esto ya que tienden a ser inquietos, curiosos, priorizan un ambiente colaborativo, una estructura horizontal y se arriesgan constantemente. Esto se traduce en que no les tienen miedo a los cambios, confían en sus capacidades. Por otro lado, son auto didácticas, exploran una tecnología que les interese, hacen capacitaciones intensivas. Sin dudas, estas nuevas dinámicas resultan beneficiosas en la administración y gestión de tiempos porque lo importante ya no es cumplir horarios, sino el trabajo por proyectos, el ambiente de intercambio, y el lugar que se le da a la creatividad”.
Desgranando un poco lo anterior, aparece también un cambio en las expectativas que tienen los jóvenes de sus líderes. De alguna manera aparecen en un rol aún más activo, queriendo ser agentes de cambio, empujar procesos ágiles y ser reconocidos como propulsores de alguna idea “fuera de la caja”, donde el espíritu emprendedor y la innovación sean centrales. Como se plantea en selecta.com, esta generación quiere entender los objetivos de la empresa en general, para qué están trabajando y el impacto que está teniendo. Necesitan también confianza, que les permita hablar libremente, debatiendo sus pensamientos y opiniones con el equipo superior. Quieren sentirse escuchados.
Lógicamente creemos que pueden existir aún más elementos comunes a la generación Z, pero lo relevante de esta reflexión es una invitación a que estemos, tanto nosotros como Consultora, como las empresas, muy atentos a lo que nos viene a enseñar este “nuevo perfil” de personas, que va a ir cada vez predominando en el mercado laboral. Y el estar atentos tiene que ver no sólo con identificar estas nuevas motivaciones, sino que con responder a éstas, a través de ir poco a poco adaptando el mundo laboral a sus intereses y drivers. Puede parecer difícil, pero creo que es esperanzador sólo pensar en la cantidad de cambios que TODOS tuvimos que hacer con la llegada de la pandemia. Es por esto que creemos que, más que resistirse a estas nuevas “demandas”, es importante ver cómo esta generación nos impone desafíos, invitándonos a innovar constantemente y a derribar paradigmas. Como dice Cecily Batten, de Selecta.com, “la generación Z ha sido sin duda un motor de cambio y está creando una vida laboral mejor y más equilibrada”.